''Casi 3 meses bebiendo café y recogiendo colillas de cigarrillos. Sueltos por lo demás. Una vez las conté, fueron 26 en total. Un año sin beber café, un año. Con el tiempo toda herida va sanando, aunque como toda cicatriz te suele picar y te rascas hasta sangrar. Maldito gusto masoquista de escarbar en las heridas.
''¿y que haremos ahora?'' - No lo sé, prefiero fumar café y beber cigarros.
''Tienes algo y todos los que te hemos conocido coincidirán conmigo. Me siento estúpido al asumir que necesito volver. Sé que tu no sientes lo mismo, a ti no te carcomen las ganas de volver. Para ti, todo resulta indiferente ¿Aún estás a la deriva?''
Cuando la distancia no podía ser mayor y la angustia no podía ser menos, se vuelve a donde se comenzó. Si, hace frío. Ya no hay tetera, sino que hervidor. Tampoco hay pasto, más bien hay terraza. No te irás a una hora determinada, te quedarás hasta que sea adecuado quedarse. Ya nos nos veremos al terminar de trabajar, sino cuando tenga que ser''.